El pasado 11 de junio, los alumnos de 1º de ESO vivieron una jornada inolvidable en uno de los entornos naturales más espectaculares de la Comunidad de Madrid: La Pedriza. Allí disfrutaron de un completo día de actividades al aire libre que combinó deporte, compañerismo y superación personal.

Durante la salida, realizamos cuatro actividades principales: escalada, rápel, carreras de orientación y senderismo, todas ellas diseñadas para reforzar de forma vivencial los contenidos que venimos trabajando en clase desde el inicio de curso.
Escalada
La jornada comenzó con una sesión de escalada en roca, donde los alumnos aprendieron a gestionar su cuerpo en un entorno vertical, trabajando habilidades como la coordinación, el equilibrio y la fuerza relativa. Para muchos era su primera experiencia escalando en un entorno natural, lo que les permitió enfrentarse al reto con valentía y aplicar todo lo trabajado en clase en cuanto al control corporal y la confianza en uno mismo, además de desarrollar la superación personal al enfrentarse a retos nuevos en un entorno seguro y controlado.

Rápel
Tras la escalada, llegó el momento del rápel, una técnica de descenso que exige control postural, precisión, concentración y mucha atención a las instrucciones de seguridad. Esta actividad permitió a los alumnos actuar con responsabilidad, mantener la calma en situaciones nuevas y aprender a tomar decisiones con seguridad.

Carreras de Orientación
Añadido a ello, nuestros alumnos realizaron también una divertida carrera de orientación por equipos. Con la ayuda de un mapa y brújula en mano, los alumnos recorrieron una zona del parque localizando diferentes puntos escondidos. La actividad despertó su espíritu aventurero y les hizo poner en práctica habilidades como la toma de decisiones, la organización del tiempo y el sentido de la orientación, todo ello mientras se movían por un entorno natural en grupo.

Senderismo
Para cerrar el día, realizamos una tranquila ruta de senderismo, disfrutando del entorno, observando la fauna y flora del parque, y conversando entre compañeros. Esta parte del recorrido permitió a los alumnos poner en marcha su resistencia física de forma suave, relajarse tras las actividades más intensas y reflexionar sobre la importancia de cuidar los espacios naturales.

Una experiencia que va más allá del aula
Por todo ello, esta salida ha sido, sin duda, una experiencia inolvidable. Más allá de las actividades, el día en La Pedriza les ha enseñado a enfrentarse a nuevos desafíos, a confiar en sus posibilidades, a apoyarse mutuamente y a disfrutar del ejercicio físico en un entorno diferente al habitual.
Sin duda, una forma de aprender que deja huella, tanto en lo físico como en lo personal.