El pasado 23 de mayo, nuestros alumnos de 1º de Bachillerato vivieron una experiencia inolvidable en el Parque de Atracciones de Madrid, donde la diversión y el aprendizaje se fusionaron en una jornada llena de emociones y descubrimientos. Esta actividad interdisciplinar tuvo como objetivo fortalecer la convivencia del grupo y convertir el parque en un auténtico laboratorio al aire libre, permitiendo a los estudiantes experimentar y aplicar los conceptos que han estudiado en clase de una forma práctica y divertida.
Por un lado, los alumnos de Ciencias participaron en las Jornadas de la Física, una oportunidad única para sentir en primera persona los principios que han aprendido en sus clases. En la montaña rusa, experimentaron la energía mecánica, potencial y cinética, viendo cómo la teoría se materializa en cada giro y caída. En las Sillas Voladoras, analizaron la fuerza centrípeta, la velocidad angular y la aceleración, riendo y mareándose en el proceso. La Lanzadera fue el broche final, donde vivieron la caída libre desde 63 metros de altura, una experiencia que dejó sin aliento a muchos y que sirvió para resolver cuestiones físicas en un entorno real, demostrando que aprender y disfrutar van de la mano.

Por otro lado, los alumnos de Humanidades y Ciencias Sociales aprovecharon la visita para reflexionar desde diferentes perspectivas. Desde la atracción de la Lanzadera, relacionaron cada fase con un período importante de la historia de España, como la comparación de la caída libre con el impacto repentino de la Guerra Civil. En la atracción El Abismo, escribieron microrrelatos de 100 palabras que comenzaban con “Nunca pensé que una atracción pudiera cambiarme tanto”, incluyendo figuras literarias para transformar la velocidad en emoción narrativa. También abordaron dilemas éticos en una atracción más tranquila, enfrentándose al famoso dilema del tranvía y aplicando conceptos filosóficos como el utilitarismo y el deontologismo. Además, analizaron el modelo de negocio del parque, identificando fuentes de ingreso, estrategias de precios y segmentación de mercado, realizando así un mini estudio económico en un entorno muy real.

Esta jornada no solo nos permitió disfrutar de un día diferente, sino que también demostró cómo el colegio puede extenderse más allá del aula, incluso entre gritos, giros y vértigo. Porque aprender también puede ser una aventura emocionante, donde la diversión y el conocimiento se unen para crear experiencias memorables.