Como ya es tradición cada 31 de Octubre, el Colegio Arturo Soria celebró una fiesta anglosajona muy popular y esperada entre los más pequeños (y no tan pequeños):
Por un día, tanto profesores como alumnos nos convertimos en fantasmas, brujas, zombies, monstruos u otros personajes terroríficos propios de esta festividad. Además los pasillos de todo el colegio estaban ambientados y decorados con motivos ornamentales tradicionales como calabazas, brujas, murciélagos, fantasmas, esqueletos o telarañas. Incluso los propios alumnos nos ayudaron con esta decoración realizando en clase dibujos y manualidades.