En nuestra segunda sesión del Proyecto LOVA, los alumnos de 6º de Primaria del Colegio Arturo Soria han repasado los buenos propósitos que cada miembro de la compañía decidió meter en la maleta para el viaje que comenzamos juntos.
Han sido todo aportaciones positivas, pero nos hemos detenido en una muy importante para la sesión de hoy: confianza. Este año en LOVA vamos a realizar dinámicas, calentamientos y retos con una intención muy clara en cada caso.
Superficialmente pueden parecer solo actividades “divertidas”, que también lo son, pero todas tienen una intención clara para que el grupo aprenda a funcionar como tal y desarrolle todo su potencial, que es mucho.
Hoy nos tocaba la dinámica de los ciegos y los guías. Hemos reflexionado con ellos sobre su función en ambos casos, nos hemos puesto por parejas para hacer el papel de guía y el de ciego y todos han experimentado qué se siente en cada caso
¿Es fácil ser guía? ¿Es fácil dejarse guiar? ¿Cómo puedo hacer que mi compañero se sienta seguro siendo ciego? Si no deposito mi confianza en mi pareja y me dejo guiar porque sé que puedo confiar en él, va a ser difícil trabajar en equipo.
Una vez realizada la dinámica llega otro momento fundamental de la sesión: la reflexión sobre qué han sentido y qué metáfora creen que estaba presente. Y tras la reflexión, la gran pregunta del proyecto: ¿Quién quiere compartir?
En LOVA, donde las sesiones son asamblearias, todo lo que se comparte dentro de la asamblea nunca saldrá de ella.
Es un círculo de confianza, otra vez la confianza, en el que todos los miembros deben sentirse seguros de poder intervenir y verbalizar todas las reflexiones que necesiten.
Todos estos procesos nos llevan al verdadero aprendizaje.
¡Seguimos creciendo como grupo!
